RESEÑA - WONDER

La cinta Extraordinario (Wonder), basada en el bestseller homónimo de R.J. Palacio, es dirigida por Stephen Chbosky.

La historia se centra en un niño de 10 años de edad llamado Auggie. Él nació con deformidades en su rostro, por lo que ha tenido 27 operaciones en su cara, y como siempre estaba enfermo, sus padres decidieron educarlo en casa. Ahora sus padres han decidido que entrará a quinto grado en una escuela pública, para que Auggie pueda aprender a vivir en la sociedad así tenga que soportar el rechazo y el bullying constante de sus compañeros.

La película sin duda es extraordinaria, su título le hace honor a la maravillosa contrucción narrativa. Muchos consideran que la película se centra solo en la vida del pequeño Auggie, pero no, este largometraje nos contextualiza su situación desde otras historias; se cuenta la vida de aquellos que juzgan indirectamente la vida de Auggie, y eso permite que se establezcan conexiones intensas con otros personajes y podamos descansar de la idea inicial de la película.

Lo que más puedo resaltar de este filme sin duda es la construcción de la trama y de los personajes. Una historia divertida, con un buen guion y un equilibrio perfecto entre drama y humor. El pequeño Jack Will me sorprendió bastante, es en mi concepto el mejor personaje de la historia, se lleva toda la carga emocional encima, cada silencio, cada lagrima y cada palabra, estuvo milimétricamente pensada y estéticamente bien actuada. Wilson y Robert hacen un papel ejemplar, y acertadamente no se roban el show, su rol de simples padres y no padres extraordinarios estuvo fantástico.

"Wonder” es un conmovedor título que trata un tema tristemente real de forma muy acertada que no dejará indiferente al espectador. En un contexto como el actual, en el que vemos feo a cualquier persona que sea diferente a nosotros, hay películas que terminan siendo estandartes de la defensa de ese otro, de esa persona ajena a nuestra forma de ver el mundo que, en realidad, su único pecado fue nacer en otra posición a la nuestra, y no, no hablo de Auggie, hablo de todos.

¿Recomendarla? Sin pensarlo dos veces, es imperdible.