CRÍTICA - INSIDIOUS 4 - LA NOCHE DEL DEMONIO: LA ÚLTIMA LLAVE
La noche del demonio es una historia original producida por el padre actual del terror del siglo XXI James Wan. La última llave está dirigida por Adam Robitel, con esta entrega la saga acumula 4 historias.
Esta última busca cerrar un poco la historia de ELISE RAINER, que junto con su equipo de trabajo, SPECS & TUCKER son llamados por un hombre pidiendo ayuda para deshacerse de un ente que lo está atormentando, Elise no tenía problema en ayudar a este hombre, solo que al enterarse del domicilio de los hechos toca fibras en ella, por qué es en la antigua casa donde vivía con su familia en la cual le tocó vivir hechos bastantes traumatizantes que cambió el rumbo de su vida.
Esta saga se inició en 2010 con la dirección del exitoso JAMES WAN, que por cierto ha realizado una de las mejores historias de terror del siglo XXI “The conjuring” y sin duda una larga lista de éxitos que los más fanáticos del género han catalogado como las mejores Insidious, Saw, Dead Silence, entre otras. Wan no se hecho al éxito solo, sino que colocó a Lin Shaye como el nuevo rostro del terror, una mujer que sin duda tomo las riendas de la historia sumergiéndose a ella para nunca salir.
El filme funciona como una precuela de eso no hay duda, en ella se cuentan los orígenes de Elise y de su familia, una punta argumental atrapante y bien explotada desde la impactante escena del sótano, que en serio me pareció brutal. Robitel jugó con tantas historias que en un momento quizá saturaban la narrativa inicial, pero luego comprendes que es necesaria para jugar bien con la realidad y los mundos paralelos.
Los diálogos están bien desarrollados, aunque el guión está un poco enredado, esto acompaña como hablaba anteriormente en la saturación de la narrativa, también por el cierre inesperado de escenas que considero no habían aterrizado bien en su idea y quedaba uno como espectador con sentimiento de querer más; aunque admito que la película no se cayó en ningún momento, tanto cruce de historias me hacía estar atenta en todo momento.
Leigh Whannell encarna a Specs, el ayudante de Elise, que es además guionista conjunto y también es el responsable del enlace con las anteriores entregas, pero el peso dramático descansa en Shaye lógicamente, quien logra transmitir su intención de resolver su propio pasado y lograr la recomposición familiar, más allá de los sustos que tiene que atravesar a lo largo de la historia; su rol ya se había destacado en las entregas previas, acá cobra un protagonismo absoluto y la labor de la actriz es lo mejor de esta propuesta.
Algo que no soporté, porque aunque no fue malo fue excesivo; son los chistes tontos y repetitivos que se dieron por parte de los ayudantes de Elise en la historia, creo que el aumento de contenido humorístico perjudicó indiscutiblemente el entorno pesado y oscuro que Wan marco en la primera entrega. Aunque no es malo repito, una película si está en una categoría de terror me debe brindar por lo menos un 90% de ello, pero aquí considero fue TERROR vs COMEDIA, lo cual es patético.
MI CONCLUSIÓN
La entrega me gustó bastante, me encanta el prólogo relacionado con la infancia de la protagonista, los flashback son magníficos a mi parecer ofrecen momentos sólidos a la parte del terror. Soy muy fanática de la productora BLUMHOUSE sus montajes escénicos son fenomenales y aquí se destacan demasiado. Me encantó mucho la oscuridad que se maneja, la gama de colores en general. Un fuerte protagonismo del sonido y unos efectos especiales muy gráficos, la construcción de los personajes fantasmales son exquisitos, comenzando por el personaje que representa el hombre de los dedos en forma de llave, me parece un concepto original y precioso. Un guión que pudo estar mejor desarrollado pero que no me molestó en absoluto. Una actuación memorable por parte de Lin Shaye, una historia entretenida desde el punto personal que se quiera ver y acertadas conexiones con el pasado, presente y el futuro.
PUNTUACIÓN: 7.5 / 10